Luisa Robledo
Luisa tiene una sonrisa que enamora, ella irradia tranquilidad y confianza. La conocí por redes e inmediatamente la sentí cercana, ella me enseñó a apreciar mis letras y a que cada una de mis palabras tiene mucho valor. La imagino respondiendo estas preguntas sentada al sol al lado de un té y su libreta de palabras mágicas. Les invitamos a leer esta pequeña conversación con una canción que Luisa nos recomendó "Del recuerdo" de Sharif.
¿Quién es Luisa?
LR/ Siempre me hacen esta pregunta y nunca sé que responder. Me quedo pensando: no sé si empezar a contar desde ayer, desde hace un año, desde hace cinco, desde hace diez. Pienso en lo que estudié, pienso en lo que hago, pienso en los años que tengo y en el lugar en el que vivo…y siento que todo eso, no termina de hablar de mí. Así que si tengo que decir quién soy, diría que soy una mujer que creció sin saber quién era, ni qué quería, ni para qué estaba acá. Vivió viviendo, como le decían que se debía vivir, pero seguía sin lograr entender, y vivía sintiendo que la vida le quedaba grande, y que el mundo estaba mal hecho. Hasta que decidió -decidí- buscar sin saber qué buscaba, y poco a poco fui encontrando, y lo sigo haciendo.
Y hoy ya sé que el mundo no está mal hecho, y ya sé quién soy (por lo menos un poco más) y me dedico a acompañar personas en esa misma búsqueda, a través de la escritura y el autoconocimiento.
¿Cómo defines a la mujer?
LR/ Ser mujer es el milagro de sentir, todo, profundamente.
Y, ¿cuál es tu parte favorita de ser mujer?
LR/ Mi parte favorita de ser mujer es permitirme serlo. Es saber que nuestras vidas no son lineales, estáticas, no cambiantes, sino que nuestros mismos cuerpos nos hablan de un dinamismo constante, ineludible, palpable, que poco a poco voy aprendiendo a abrazar, porque hoy ya lo veo, y en vez de evadirlo, me siento a su lado.
¿Cuál es tu mantra diario?
LR/ ¿Se valen dos?
Nada puede hacerme daño. Nada puede limitarme. Nada puede quitarme la libertad. Porque yo soy una creación perfecta de Dios.
Soy valiosa por quien soy y no por lo que hago. Soy valiosa por quien soy y no por cómo me veo.
¿Cuál es tu súper poder?¿Por qué?
LR/ Mi superpoder es actuar a pesar del miedo. Es un superpoder construido y que requiere de mucho esfuerzo, compromiso, voluntad. Y es mi superpoder porque es lo que me ha permitido demostrarme que todo lo que me dice mi mente, no es real. Y que cuando por azares del destino resulta serlo -real- ese superpoder es lo que me ha permitido darme cuenta de que cada que se materializa un miedo -como consecuencia de enfrentarlo- ese miedo pierde poder. Y cuando el miedo pierde poder, yo gano libertad. Así que mi vida es una suma de libertades adquiridas, poco a poco, al atreverme a actuar a pesar del miedo.
¿Qué significa ser tallerista y escritora para ti?
LR/ Ser tallerista y alguien que acompaña a los demás en procesos de autoconocimiento, significa una vida no soñada. Una vida que nunca soñé, en parte porque siempre creí que funciones así estaban diseñadas para unos cuantos muy especiales y capaces y seguros, y yo no cabía ahí. Y ni siquiera lo soñé, porque esta vida es el resultado de enfrentar mis miedos, cosa que antes no me atrevía a hacer. Así que; es una vida nueva para mí. Y a pesar de nunca haberla soñado, hoy es un sueño que vivo. No porque sea fácil -pues enfrentar los miedos nunca lo es- sino porque me he dado cuenta, de que el camino recorrido estaba destinado a traerme acá. Y estar acá, es el único lugar en el que quisiera estar. No porque sea fácil -pues enfrentar los miedos nunca lo es- sino porque cada que guío un taller, cada que acompaño a una persona, doy un paso más en dirección hacia quien soy, aunque se supone que sean ellos quienes se están buscando.
Tu frase de poder
LR/ Vamos con toda!
